Riesgos en espacios confinados
Los riesgos en espacios confinados son, con diferencia, uno de los asuntos que genera más accidentes graves y mortales en el trabajo. La combinación de aberturas reducidas, ventilación natural desfavorable y tareas que suelen alterar la atmósfera interior convierte estos recintos en un entorno con potencial letal si no se planifica cada entrada. El Real Decreto 39/1997 ya los define como lugares donde pueden acumularse contaminantes tóxicos, inflamables o darse déficits de oxígeno, y recuerda que su ocupación continuada no está prevista.
Resulta fundamental conocer esos peligros para poder tomar las medidas de seguridad generales y específicas necesarias, con lo que vamos a tratarlos en detalle.
¿Qué entendemos por espacio confinado?
Un espacio confinado es cualquier recinto lo suficientemente cerrado como para dificultar la entrada, la salida o la ventilación natural: silos, depósitos, alcantarillas, galerías subterráneas, cisternas o fosos de maquinaria, entre otros. Las principales amenazas derivan de la atmósfera: deficiencia de oxígeno, presencia de gases tóxicos e inflamables o acumulación de polvo combustible, todo ello exacerbado por la falta de circulación de aire.
Todo ello genera una serie de riesgos que se pueden clasificar en tres grandes categorías: clase A, clase B y riesgos de clase C.
Niveles y riesgos de tipo A, B y C
Según su peligrosidad inmediata se distinguen tres niveles:
- Riesgos de Clase A: los que generan un inminente peligro para la vida. Para trabajar en espacios con este nivel de riesgo es obligatorio tener una autorización por escrito y contar con un plan de trabajo que especifique con detalle las labores que se van a realizar, las medidas especiales de seguridad que se van a tomar, etc.
- Riesgos de Clase B: los que pueden generar lesiones físicas o enfermedades que no comprometen la vida y que se pueden minimizar mediante el uso de EPIs. También requieren de autorización de entrada
- Riesgos de Clase C: son riesgos no especialmente reseñables, que no requieren autorización de entrada ni equipamiento de protección especial. No obstante, el mero hecho de ser un espacio confinado aconseja extremar las precauciones mientras se trabaja en su interior
Tipos de riesgos en espacios confinados
Independientemente de su potencial gravedad, clasificada en los niveles A, B y C que hemos visto, los riesgos en espacios confinados pueden ser generales o específicos.
Riesgos generales
Son riesgos que no son exclusivos de los espacios confinados y que también podrían ocurrir en un espacio abierto y bien ventilado. La lista puede ser muy larga, como por ejemplo:
- Caídas del trabajador o de objetos.
- Golpes y atrapamientos.
- Sobreesfuerzos y lesiones musculoesqueléticas.
- Choque eléctrico al manipular equipos energizados.
- Ruido y vibraciones que se amplifican al no existir absorción acústica. De esta manera, los decibelios emitidos por martillos neumáticos, amoladoras y herramientas similares pueden dañar los oídos.
Mantener orden, señalización y un recurso preventivo externo durante la intervención reduce drásticamente estos eventos.
Riesgos específicos
Son riesgos en espacios confinados que resultan inherentes al hecho de estar trabajando en un ambiente cerrado, mal ventilado y que, por tanto, no está concebido para permanecer en su interior. Son los siguientes:
- Asfixia: dada la deficiente ventilación del espacio, la concentración de oxígeno en su interior se puede reducir y, por tanto, poner en peligro la vida del operario. Esta reducción se puede deber al propio consumo de oxígeno (por ejemplo, por trabajos de soldadura) o bien a su desplazamiento por parte de otros gases. Por tanto, es necesario monitorizar dicha concentración de oxígeno, que debe estar en el 21%.
Una atmósfera con menos del 21 % de oxígeno puede provocar hipoxia; por debajo del 17%, los riesgos y efectos se multiplican; un valor por debajo del 17% es un riesgo inminente de pérdida de conocimiento. - Incendio y explosión: el riesgo de incendio o explosión es muchísimo más alto en un espacio confinado, puesto que su escasa o nula ventilación puede crear con facilidad una atmósfera inflamable, por ejemplo por la evaporación de disolventes de pintura.
- Intoxicación: se produce por la concentración en el aire de productos tóxicos, como gases o polvo fino. Si la concentración es alta puede dar lugar a una intoxicación aguda, y puede ocasionar la muerte. Si la concentración es baja, la intoxicación puede no ser perceptible, y si los trabajos son de carácter continuado y repetitivo, puede devenir en enfermedades profesionales, con surgimiento posterior.
- Inundación: dado el espacio del que se dispone, bajas cantidades de líquidos pueden provocar inundaciones con altos riesgos de asfixia.
¿Cómo evitar los riesgos en espacios confinados?
Evaluación y control de la atmósfera
Para controlar y evitar estos riesgos, podemos:
- Realizar una medición inicial y continua: calibrar detectores multigás y registrar O₂, LIE y tóxicos.
- Ventilación mecánica: preferir extracción forzada a insuflación para no dispersar contaminantes.
- Equipamiento de protección individual (EPI): casco con linterna ATEX, arnés integral y línea de vida retráctil.
- Plan de trabajo y recurso preventivo: detallado en el permiso de entrada (válido solo un turno).
Buenas prácticas y formación continua
- Eliminar o sustituir la tarea interna cuando sea viable.
- Confirmar atmósfera segura antes y durante la entrada.
- Mantener vigilancia exterior las 24 h del turno.
- Tener vías de evacuación claras y seguras, con salidas de emergencia no obstruidas.
- Limitar la permanencia dentro del recinto y rotar al personal.
- Actualizar la formación cada dos años, incluyendo realidad virtual para simular emergencias.
Conocer a fondo los peligros y riesgos en espacios confinados, clasificarlos correctamente y aplicar controles técnicos y organizativos rigurosos marca la diferencia entre una tarea rutinaria y un accidente fatal. Un permiso de trabajo claro, mediciones fiables, ventilación eficaz y un rescate planificado son la mejor garantía para que cada trabajador regrese sano y salvo al finalizar su jornada. Además de una formación específica, como nuestro curso TELCO en espacios confinados.
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