Qué hacer ante una emergencia colectiva
Cuando una situación de emergencia implica a varias o muchas personas, el protocolo de intervención cambia, aumentando la importancia de cuestiones como la coordinación y la comunicación. En las siguientes líneas te damos algunas nociones sobre qué hacer ante una emergencia colectiva, algo a lo que se deben ocupar bomberos y otros equipos especializados pero que también deben conocer otros profesionales con responsabilidades. De hecho, GEPCO Formación cuenta con un curso específico para jefes de emergencia e intervención, donde se profundiza en los protocolos a seguir.
Qué se entiende por emergencia colectiva
En un post anterior explicábamos qué es una emergencia sanitaria y qué la diferencia de una urgencia, incidiendo en la necesidad de actuar inmediatamente en la primera porque implica riesgo inminente para la vida del afectado.
Por su parte, la emergencia colectiva también requiere de una actuación inmediata, aunque está más relacionada con una catástrofe natural o material. No intervenir en ella podría poner en riesgo la vida de los afectados, aunque en ese momento aún no hayan sufrido ni siquiera una mínima lesión.
Y el término ‘colectiva’ indica que esta situación de emergencia afecta a más de una persona, por desencadenarse en un lugar público: colegios, centros de trabajo, centros comerciales, etc. Uno de los ejemplos más evidentes es el de un incendio en un edificio, pero también se podrían encuadrar aquí episodios de contaminación tóxica o radiactiva, un ataque terrorista con explosivos o fenómenos meteorológicos extremos.
Protocolo sobre qué hacer ante una emergencia colectiva
A la hora de establecer qué hacer ante una emergencia colectiva y ante una emergencia individual, encontramos una diferencia importante: la presencia de más personas (multitudes, en ocasiones) puede agravar la situación en la emergencia colectiva, por lo que las labores de coordinación resultan fundamentales.
Es por ello que se recomienda tener ya diseñado de antemano un plan sobre qué hacer ante una emergencia colectiva en un lugar concreto, por ejemplo en un centro de trabajo o en un centro educativo. Dicho plan establece, entre otras cosas, cuáles son las salidas de emergencias a utilizar durante la evacuación o quienes son los responsables de dirigir las actuaciones hasta la llegada de otros profesionales como bomberos o ambulancias.
Y para que todo quede claro en la práctica, se realizan simulacros periódicos involucrando a todas las personas del lugar. Para que la situación sea lo más real posible, dicho simulacro debe realizarse por sorpresa, aunque sin causar alarma, lo cual podría provocar pánico. En un simulacro se puede comprobar si el protocolo de actuación es efectivo y rápido o si necesita cambios para mejorar la evacuación y las labores de atención.
Ligeramente diferentes son las exhibiciones. No tienen carácter sorpresivo porque suelen estar programadas. Y no involucran a todas las personas que podrían verse implicadas en la emergencia colectiva, que asisten a esta demostración como espectadores. Su utilidad es la de servir de ejemplo y mostrar los recursos de que se disponen.
A quién van dirigidos los cursos sobre emergencias colectivas
Las emergencias colectivas requieren a menudo de la movilización de grandes recursos materiales, por ello su responsabilidad recae en cuerpos públicos muy profesionalizados como bomberos y fuerzas de seguridad, en algunos casos. Sin embargo, también es necesario que otras personas con responsabilidades sepan qué hacer ante una emergencia colectiva.
Son los llamados jefes de emergencias y jefes de intervención. Los primeros son los máximos responsables de la gestión operativa en estas situaciones, desarrollando múltiples funciones como la coordinación de la ayuda externa. Pueden estar o no en el lugar de la emergencia. Y los segundos son las personas asignadas en cada centro colectivo para ejecutar la actuación in situ, siguiendo órdenes del jefe de emergencias, con quien estará en permanente contacto.
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