La formación RIPCI es esencial para entender el reglamento y cumplirlo

Cualquier empresa está obligada a cumplir con el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios y tener formación RIPCI es un requisito casi imprescindible para poder hacerlo con óptimas garantías. En GEPCO Formación estamos especializados en formar personas en materia de emergencias y contamos con un equipo de docentes con experiencia contrastada capaz de ofrecer una formación de óptima calidad. 

La formación RIPCI es aquella que se centra de forma íntegra en el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios. Este reglamento determina las condiciones y requisitos exigibles al diseño, instalación, mantenimiento e inspección de los sistemas de instalaciones de protección contra incendios. 

El reglamento actual está regulado a través del Real Decreto 513-2017, que entre muchas otras cosas destacó por incorporar un artículo severo que atañe a las inspecciones periódicas, la periodicidad en la que deben realizarse las primeras inspecciones y el procedimiento en el que consisten estas inspecciones.

La formación RIPCI es una formación que gira en torno al Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios. Por este motivo, es una formación que aborda desde todos los ángulos posibles la prevención de incendios en edificios o instalaciones.

En primer lugar, expone de arriba a abajo el reglamento que hay que cumplir, puesto que si no se conoce el reglamento y todos sus entresijos es muy complicado cumplirlo como es debido. Otro aspecto importante es que las personas que realizan una formación RIPCI sean capaces de interpretar planos y, por este motivo, en nuestro curso dedicamos un tiempo importante a ello.

En nuestra formación RIPCI facilitamos a los alumnos los conocimientos básicos sobre hidráulica, física y química que son esenciales en materia de incendios. También les exponemos qué tipos de construcciones y edificaciones existen para que sepan cómo deben actuar en función de los materiales con los que están fabricadas.

Una vez nuestros alumnos tienen estos conocimientos básicos les facilitamos las herramientas necesarias para que puedan interconectarlos entre ellos. Hablamos del riesgo de incendio, los niveles de riesgo de incendio que existen, la reacción y resistencia al fuego que presentan los diferentes materiales y cómo puede llevarse a cabo la protección pasiva y la protección activa ante los incendios.

Existen dos tipos de protección ante los incendios: la protección activa y la protección pasiva. La primera consiste en abastecer de agua y de sistemas automáticos que puedan liberar agua las instalaciones. En cambio, la protección pasiva incluye los mecanismos de protección estructural y la sectorización y los tipos de morteros existentes.

Los mecanismos de protección activa son aquellos que permiten menguar a la mínima expresión los incendios una vez ya se han producido. Si se dispone de ellos, están debidamente colocados y se sabe cómo utilizarlos pueden ser de gran ayuda para apagar rápidamente un incendio. En cambio, los de protección pasiva son aquellos que dificultan que se produzca este incendio. Es decir, si un material es más resistente en cuanto a su reacción con el calor y es complicado que se incendie, está ofreciendo una protección pasiva.

A parte de los sistemas de protección activa más habituales como los sistemas de detección y alarma de incendios, los sistemas hidrantes contra incendios, los extintores o las bocas de incendio; hay otros sistemas menos evidentes que también están incluídos en este reglamento. Algunos ejemplos de ello son:

A estas alturas del artículo ya te habrás dado cuenta de la complejidad que conlleva la correcta interpretación del Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios. Si quieres prepararte para poder interpretarlo y aplicarlo como es debido para estar lo más protegido posible, no lo dudes: la formación RIPCI que te ofrecemos desde GEPCO Formación puede serte de gran ayuda.