¿Por qué es útil el curso de riesgo químico que ofrecemos en GEPCO Formación?

Si eres de los que cree que nuestro curso de riesgo químico no tiene demasiadas aplicaciones prácticas, será que no has visto las noticias las últimas semanas. Desafortunadamente, la actualidad nos ha dejado dos ejemplos clarísimos en los que contar con formación en incendios en entornos en los que hay presencia de sustancias químicas ha sido muy importante para evitar daños mayores.

Quizás no somos conscientes de ello, pero en nuestro entorno hay un sinfín de agentes químicos y biológicos que si se descontrolan pueden convertirse en un verdadero peligro para las personas. Sustancias como el cloro o algunos gases tóxicos para los seres humanos se utilizan en muchos procesos industriales para conseguir ciertas reacciones imprescindibles para conseguir determinados productos. Habitualmente, estas sustancias están sujetas a unas normativas y restricciones de lo más estrictas, pero siempre hay una mínima posibilidad de que se descontrolen.

Cuando esto pasa, si las personas que trabajan en aquel entorno cuentan con la formación necesaria para sofocar la fuga o el incendio en cuestión de manera rápida cuando se ocasiona, es mucho más fácil evitar que las consecuencias tengan una mayor envergadura o incluso que haya heridos.

No pasa nunca nada hasta que pasa. Los vecinos de Vilanova i la Geltrú, Roquetes, Cubelles, Cunit y Calafell se despertaron el 10 de mayo con la noticia de que no podían salir de sus casas porque había una nube tóxica provocada por un incendio ocasionado la misma madrugada en una nave de productos para piscinas.

El incendio en dicha nave, en la que había una cantidad importante de cloro, generó una reacción química que generó una nube tóxica. Ante estas circunstancias, Protección Civil  activó la fase de emergencia PLASEQCAT (Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Catalunya). Se recomendó a las personas de los municipios afectados por la nube tóxica que permanecieran en sus casas y que cerrasen puertas y ventanas. Esta nube tóxica que obligó a los vecinos a encerrarse en su domicilio estaba formada por ácido clorhídrico, que es un gas tóxico que provoca irritabilidad.

Apagar este tipo de incendios de naturaleza química es más complejo que extinguir un incendio convencional. Tal como explicó el jefe de bomberos que lideraba los equipos de extinción en esta emergencia, como la sustancia que se quemaba eran pastillas de cloro, cada vez que los bomberos arrojaban agua para intentar apaciguar las llamas, se generaba una reacción química que alimentaba la nube tóxica.

A lo largo del día, los vecinos confinados recibieron la notificación de que ya podían salir de sus casas. No obstante, el incendio no se dió por extinguido hasta unos días después.

En esta ocasión, el incendio se produjo a raíz de una explosión en pleno horario laboral en el polígono industrial La Red de Alcalá de Guadaría. La explosión provocó un incendio y causó dos heridos que estaban cerca en aquel momento. El incendio causó una nube que podía verse a 80 km del lugar y por este motivo las autoridades competentes decidieron confinar a los vecinos de las zonas más inmediatas. 

La empresa en la que hubo la explosión se dedica a la comercialización y distribución de productos químicos. Cuenta con 1000 metros cúbicos de almacenamiento en depósito para productos líquidos a granel, los cuales se convirtieron en combustible para el incendio provocado a raíz de la explosión.