Principales medidas de seguridad en espacios confinados
Como decíamos en este otro post, existen diferentes riesgos en espacios confinados: generales y específicos. Entrar en un recinto con aberturas limitadas y ventilación desfavorable no es un simple “trabajo sucio”: exige aplicar medidas de seguridad en espacios confinados tan rigurosas como hostil sea este entorno.
Se trata de una cuestión que ocupa una parte importante de nuestro curso sobre estos ambientes, donde abordamos los equipos de protección individual y colectiva o la adecuada señalización de los trabajos, entre otros. Ahora, en cambio, te mostramos brevemente algunas medidas de seguridad para trabajos en espacios confinados que se pueden adoptar para paliar riesgos concretos.
¿Qué entendemos por espacio confinado?
Primero de todo debemos entender qué es y cuándo nos estamos enfrentando a un espacio confinado. Si no los sabemos detectar correctamente, difícilmente podremos aplicar las acciones preventivas adecuadas.
Un espacio confinado no deja de ser cualquier recinto con acceso restringido, ventilación natural insuficiente y no destinado a ocupación continua, donde pueden acumularse contaminantes o existir déficit/exceso de oxígeno. Ejemplos típicos: silos, fosas, depósitos, canalizaciones o galerías de servicio.
Medidas preventivas en espacios confinados
Algunas medidas de control en espacios confinados son exclusivas de estos ambientes, pues trabajar en ellos genera unos riesgos muy específicos que requieren de prevenciones personalizadas. Estas son algunas de las medidas más importantes, que se deben adoptar tras un estudio exhaustivo de la realidad en el interior de dicho espacio:
- Autorización de entrada: este control de ingreso es una medida de control genérica, pero fundamental pues supone un mecanismo efectivo para revisar quién entra y cómo lo hace, negando la entrada a quien no reúne las condiciones para hacerlo. Este protocolo se basa en la norma OSHA 29 CFR 1910.146.
- Vigilancia externa continuada: es otra medida importante, no tanto para evitar que otra persona pueda entrar en el espacio confinado sino para garantizar un eventual rescate del operario del interior. Debe tener la formación para llevar a cabo dicho rescate y estar siempre en contacto visual o por otro medio con su compañero
- Evaluación previa y monitorización de la atmósfera interior: se trata de una de las más importantes medidas de seguridad en espacios confinados, puesto que puede prevenir los tres grandes riesgos específicos de estos ambientes: la asfixia, la explosión y la intoxicación. Antes de franquear la boca de acceso, asegúrate de que el aire contenga entre 20,5 % y 23,5 % de O₂ y esté libre de tóxicos o atmósferas explosivas
Se debe medir previamente pero también de manera continuada mientras se realizan los trabajos en su interior. Estas son algunas de las mediciones que se pueden realizar:- Medición de oxígeno, para evitar asfixias
- Medición de atmósferas inflamables o explosivas, que se suele realizar mediante exposímetros
- Medición de atmósferas tóxicas, por ejemplo mediante bombas manuales de captación, para evitar intoxicaciones
- Equipos de protección personal (EPP): esta es una medida que se adopta cuando no se pueden eliminar los riesgos de asfixia o intoxicación: usar equipos filtrantes si se conoce la naturaleza del contaminante y existe O₂ suficiente; equipos aislantes o autónomos en atmósferas IDLH (Inmediately Dangerous to Life and Health).
- Ventilación natural o forzada: rara vez la ventilación natural es suficiente, por lo que hay que recurrir a la forzada
- Aislamiento del espacio interior, que puede realizarse en relación a dos aspectos: aislamiento energético (por ejemplo, frente a tensión eléctrica) y aislamiento frente a sustancias contaminantes (fugas, pérdidas, etc.).
- Procedimientos de emergencia y rescate: Confecciona un plan de rescate que incluya sistemas de izado, trípodes o pescantes, y establezca un “equipo de intervención” mínimo de dos personas, una de ellas con competencias de primeros auxilios. Las estadísticas NIOSH indican que más del 60 % de las víctimas mortales son rescatistas improvisados.
Además, el Real Decreto 39/1997 instaura la obligación de procedimiento escrito y recurso preventivo cuando el riesgo sea “grave o muy grave”.
Medidas preventivas relacionadas
Algunas de estas medidas de seguridad pueden y deben ser trabajadas con anterioridad, es decir, de manera preventiva, para evitar sorpresas inesperadas en el momento de realizar los trabajos. Por ejemplo, en el caso de la vigilancia exterior conviene realizar simulacros de rescate por parte del operario que vigila, como realizamos precisamente en nuestro curso. Lo mismo ocurre con los equipos de protección individual respiratoria, que deben probarse con anterioridad y ser objeto del adecuado mantenimiento.
Y recordemos que existen otras medidas de prevención generales que también se pueden y se deben aplicar a los trabajos en espacios confinados. Por ejemplo, la revisión de los equipos de seguridad si se trata de descensos verticales, como pozos: elementos como arneses y cuerdas tienen una vida útil que no se debe superar y que deben recibir el visto bueno una vez al año o cada dos años, generalmente, como te contamos en este post. O las recomendaciones generales de prudencia que también se aplican a menudo a los trabajos en altura, como desarrollamos en este otro artículo: orden en la herramienta no usada, ritmo de trabajo adecuado a la tarea, etc.
Infórmate sobre nuestro curso de espacios confinados para recibir una formación técnica sobre este tipo de trabajos y sobre prevención de riesgos laborales en ellos, puesto que la seguridad, cuando se trata de espacios confinados, es aún más importante si cabe.
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